Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Jueves 19 de agosto de 2021

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El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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Feria

Primera Lectura

Jueces 11:29-39

29El espíritu del Señor vino sobre Jefté, que atravesó Galaad y Manasés, pasó a Mispá de Galaad y desde allí hacia los amonitas.
30Hizo Jefté un voto al Señor diciendo:
—Si pones en mis manos a los amonitas,
31quien me salga al encuentro por las puertas de mi casa cuando regrese en paz después de luchar con los amonitas será para el Señor, lo ofreceré en holocausto.
32Jefté se dirigió hacia los amonitas, luchó contra ellos, y el Señor los puso en sus manos.
33Los batió desde Aroer hasta llegar a Minit: veinte ciudades, y hasta Abel–Cramim, infligiéndoles muy grandes pérdidas; de modo que los amonitas se doblegaron ante los israelitas.
34Cuando Jefté volvía a su casa en Mispá, su hija salió a su encuentro con tamboriles y danzas. Era hija única, ya que no tenía otros hijos ni hijas.
35Al verla, rasgó sus vestiduras y dijo:
—¡Ay, hija mía! Me has dejado completamente abatido. Tú has venido a ser la causa de mi aflicción. Yo he hecho una promesa al Señor, y no puedo echarme atrás.
36Ella le contestó:
—Padre mío, ya que abriste tu boca ante el Señor, haz conmigo lo que prometiste puesto que el Señor te ha concedido desquitarte de tus enemigos, los amonitas.
37Y le dijo a su padre:
—Hazme este favor: déjame dos meses para que vaya a vagar por los montes y llore por mi virginidad junto con mis compañeras.
38Él respondió:
—Vete. Y la dejó marchar durante dos meses. Ella se fue con sus compañeras a llorar por su virginidad en los montes.
39Al cabo de dos meses volvió junto a su padre que cumplió con ella el voto que había hecho, sin que hubiera conocido a varón. Y se estableció la costumbre en Israel

Salmo Responsorial

Salmo 40:5, 7-10

5Dichoso el hombre que pone en el Señor su confianza,
y no se vuelve hacia los soberbios, ni a los proclives a la mentira.
7No quisiste sacrificio ni ofrenda,
pero me abriste el oído. No pediste holocausto ni sacrificio de expiación;
8entonces dije: «Aquí estoy
—como está escrito acerca de mí en el Libro—
9para hacer tu voluntad, Dios mío».
Ése es mi querer, pues llevo tu Ley dentro de mí.
10He anunciado la justicia en la gran asamblea;
no he cerrado mis labios, Señor, Tú lo sabes bien.

Evangelio

Mateo 22:1-14

1Jesús les habló de nuevo con parábolas y dijo:
2—El Reino de los Cielos es como un rey que celebró las bodas de su hijo,
3y envió a sus siervos a llamar a los invitados a las bodas; pero éstos no querían acudir.
4Nuevamente envió a otros siervos diciéndoles: «Decid a los invitados: mirad que tengo preparado ya mi banquete, se ha hecho la matanza de mis terneros y mis reses cebadas, y todo está a punto; venid a las bodas».
5Pero ellos, sin hacer caso, se marcharon: quien a su campo, quien a su negocio.
6Los demás echaron mano a los siervos, los maltrataron y los mataron.
7El rey se encolerizó, y envió a sus tropas a acabar con aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.
8Luego les dijo a sus siervos: «Las bodas están preparadas pero los invitados no eran dignos.
9Así que marchad a los cruces de los caminos y llamad a las bodas a cuantos encontréis».
10Los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos; y se llenó de comensales la sala de bodas.
11Entró el rey para ver a los comensales, y se fijó en un hombre que no vestía traje de boda;
12y le dijo: «Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin llevar traje de boda?» Pero él enmudeció.
13Entonces el rey les dijo a los servidores: «Atadlo de pies y manos y echadlo a las tinieblas de afuera; allí habrá llanto y rechinar de dientes».
14Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos.