Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Miércoles 29 de abril de 2020
* Escoja la fecha en el calendario para ver las lecturas | Acceso al calendario para personas invidentes
El video para esta fecha no está disponible; si es una fecha reciente, favor de intentar más tarde. Ver el video más reciente
También puede ver la Santa Misa diaria desde Madrid, España,
cortesía de Magnificat.tv
SIGUE LA MISA DIARIA
¡Recibe el eBook de la Guía para la Misa Global Televisada por correo electrónico y celebra la belleza universal de la Misa!
Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».
Santa Catalina de Siena, Virgen, Doctora de la Iglesia (Memoria)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
Hechos 8:1-8
1Se desató aquel día una gran persecución contra la iglesia de Jerusalén, y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría.
2Unos varones piadosos enterraron a Esteban e hicieron un gran duelo por él.
3Por su parte, Saulo hacía estragos en la Iglesia, iba de casa en casa, apresaba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel.
4Los que se habían dispersado iban de un lugar a otro anunciando la palabra del Evangelio.
5Felipe bajó a la ciudad de Samaría y les predicaba a Cristo.
6La muchedumbre atendía unánime a lo que decía Felipe, al oír y ver los signos milagrosos que realizaba,
7pues los espíritus impuros salían, con grandes voces, de muchos que estaban poseídos por ellos, y muchos paralíticos y cojos eran curados.
8Hubo gran alegría en aquella ciudad.
Salmo Responsorial
Salmo 66:1-7
1Al maestro de coro. Cántico. Salmo.
Aclamad a Dios, toda la tierra.
Aclamad a Dios, toda la tierra.
2Entonad salmos en honor de su Nombre,
rendidle el honor de su alabanza.
rendidle el honor de su alabanza.
3Decid a Dios: «¡Qué terribles son tus obras!».
Tus enemigos te halagan por la grandeza de tu poder.
Tus enemigos te halagan por la grandeza de tu poder.
4Que la tierra entera se prosterne ante Ti
y te entonen salmos, que entonen salmos a tu Nombre.
y te entonen salmos, que entonen salmos a tu Nombre.
5Venid a ver las obras de Dios,
temible en sus proezas por los hijos de Adán.
temible en sus proezas por los hijos de Adán.
6Cambió el mar en tierra seca,
hizo que pasaran a pie el río —allí mismo lo festejamos—.
hizo que pasaran a pie el río —allí mismo lo festejamos—.
7Con su poder, Él domina eternamente,
sus ojos vigilan las naciones para que no se enaltezcan los rebeldes.
sus ojos vigilan las naciones para que no se enaltezcan los rebeldes.
Evangelio
Juan 6:35-40
35Jesús les respondió:
—Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá nunca sed.
—Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá nunca sed.
36Pero os lo he dicho: me habéis visto y no creéis.
37Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que viene a mí no lo echaré fuera,
38porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la voluntad de Aquel que me ha enviado.
39Ésta es la voluntad de Aquel que me ha enviado: que no pierda nada de lo que Él me ha dado, sino que lo resucite en el último día.
40Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo le resucitaré en el último día.
Primera Lectura
1 Juan 1:5--2:2
1
5Éste es el mensaje que le hemos oído y que os anunciamos: Dios es luz y no hay en Él tinieblas de ninguna clase.
6Si decimos que estamos en comunión con Él y sin embargo caminamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad.
7En cambio, si caminamos en la luz, del mismo modo que Él está en la luz, entonces estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
8Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
9Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es Él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda iniquidad.
10Si decimos que no hemos pecado, le hacemos mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
2
1Hijos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos un abogado ante el Padre: Jesucristo, el Justo.
2Él es la víctima propiciatoria por nuestros pecados; y no sólo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.
Salmo Responsorial
Salmo 103:1-4, 8-9, 13-14, 17-18
1De David.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su Nombre santo.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su Nombre santo.
2Bendice, alma mía, al Señor,
no olvides ninguno de sus beneficios.
no olvides ninguno de sus beneficios.
3Él es quien perdona tus culpas,
quien sana tus enfermedades.
quien sana tus enfermedades.
4Quien rescata tu vida de la fosa,
quien te corona de misericordia y compasión.
quien te corona de misericordia y compasión.
8El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en misericordia.
lento a la ira y rico en misericordia.
9No dura siempre su querella,
ni guarda rencor perpetuamente.
ni guarda rencor perpetuamente.
13Como se apiada un padre de sus hijos,
así el Señor tiene piedad de los que le temen.
así el Señor tiene piedad de los que le temen.
14Pues Él conoce de qué estamos hechos,
recuerda que somos polvo.
recuerda que somos polvo.
17Pero la misericordia del Señor dura desde siempre
y para siempre con los que le temen; y su justicia, con los hijos de los hijos,
y para siempre con los que le temen; y su justicia, con los hijos de los hijos,
18con los que guardan su alianza
y recuerdan sus mandatos y los cumplen.
y recuerdan sus mandatos y los cumplen.
Evangelio
Mateo 11:25-30
25En aquella ocasión Jesús declaró:
—Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños.
—Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños.
26Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
28»Venid a mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré.
29Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas:
30porque mi yugo es suave y mi carga es ligera.
Compartir