Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Jueves 6 de diciembre de 2018
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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».
San Nicolás, Obispo (Memoria Libre)
IC Novena Day 8
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
Isaías 26:1-6
1Aquel día se cantará este cántico en la tierra de Judá:
«Tenemos una ciudad fortificada; ha levantado como defensa murallas y antemurales.
«Tenemos una ciudad fortificada; ha levantado como defensa murallas y antemurales.
2¡Abrid las puertas, que va a entrar una nación justa,
que guarda la fidelidad!
que guarda la fidelidad!
3Al de ánimo firme
le guardas la paz, la paz, porque en ti está seguro.
le guardas la paz, la paz, porque en ti está seguro.
4Confiad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca eterna;
porque el Señor es la Roca eterna;
5porque ha doblegado a los que habitan en las alturas,
ha humillado la plaza inaccesible, la ha humillado hasta el suelo, la ha abatido hasta el polvo.
ha humillado la plaza inaccesible, la ha humillado hasta el suelo, la ha abatido hasta el polvo.
6La pisotearán pies, pies de pobre,
pisadas de desvalidos.
pisadas de desvalidos.
Salmo Responsorial
Salmo 118:1, 8-9, 19-21, 25-27
1¡Aleluya!
Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
8Mejor es refugiarse en el Señor
que confiar en el hombre.
que confiar en el hombre.
9Mejor es refugiarse en el Señor
que confiar en los príncipes.
que confiar en los príncipes.
19Abridme las puertas de la justicia:
entraré por ellas y daré gracias al Señor.
entraré por ellas y daré gracias al Señor.
20Ésta es la puerta del Señor:
los justos entrarán por ella.
los justos entrarán por ella.
21Te doy gracias, porque me has escuchado,
y has sido mi salvación.
y has sido mi salvación.
25¡Señor, dame la salvación!
¡Señor, dame prosperidad!
¡Señor, dame prosperidad!
26Bendito el que viene en Nombre del Señor.
Os bendecimos desde la Casa del Señor.
Os bendecimos desde la Casa del Señor.
27El Señor es Dios, Él nos ilumina.
Disponed ceremonia solemne con ramos frondosos hasta los ángulos del altar.
Disponed ceremonia solemne con ramos frondosos hasta los ángulos del altar.
Evangelio
Mateo 7:21, 24-27
21»No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
24»Por lo tanto, todo el que oye estas palabras mías y las pone en práctica, es como un hombre prudente que edificó su casa sobre roca;
25y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: irrumpieron contra aquella casa, pero no se cayó porque estaba cimentada sobre roca.
26»Pero todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica es como un hombre necio que edificó su casa sobre arena;
27y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: se precipitaron contra aquella casa, y se derrumbó y fue tremenda su ruina.
Primera Lectura
Isaías 6:1-8
1El año de la muerte del rey Uzías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado. El vuelo de su manto llenaba el Templo.
2Unos serafines se mantenían por encima de Él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.
3Clamaban entre sí diciendo:
—¡Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos! ¡Llena está toda la tierra de su gloria!
—¡Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos! ¡Llena está toda la tierra de su gloria!
4Retemblaron los soportes de los dinteles por el estruendo del clamor, mientras el Templo se llenaba de humo.
5Entonces me dije:
—¡Ay de mí, estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al Rey, al Señor de los ejércitos!
—¡Ay de mí, estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al Rey, al Señor de los ejércitos!
6Entonces voló hacia mí uno de los serafines portando una brasa que había tomado del altar con unas tenazas,
7tocó mi boca y dijo:
—Mira: esto ha tocado tus labios, tu culpa ha sido quitada, y tu pecado, perdonado.
—Mira: esto ha tocado tus labios, tu culpa ha sido quitada, y tu pecado, perdonado.
8Entonces oí la voz del Señor, que decía:
—¿A quién enviaré? ¿Quién irá de nuestra parte? Y respondí: —Aquí estoy. Envíame a mí.
—¿A quién enviaré? ¿Quién irá de nuestra parte? Y respondí: —Aquí estoy. Envíame a mí.
Salmo Responsorial
Salmo 40:2, 4, 7-11
2Esperaba confiadamente en el Señor;
Él se inclinó a mí y escuchó mi clamor.
Él se inclinó a mí y escuchó mi clamor.
4Ha puesto en mi boca un cántico nuevo,
una alabanza a nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y esperarán en el Señor.
una alabanza a nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y esperarán en el Señor.
7No quisiste sacrificio ni ofrenda,
pero me abriste el oído. No pediste holocausto ni sacrificio de expiación;
pero me abriste el oído. No pediste holocausto ni sacrificio de expiación;
8entonces dije: «Aquí estoy
—como está escrito acerca de mí en el Libro—
—como está escrito acerca de mí en el Libro—
9para hacer tu voluntad, Dios mío».
Ése es mi querer, pues llevo tu Ley dentro de mí.
Ése es mi querer, pues llevo tu Ley dentro de mí.
10He anunciado la justicia en la gran asamblea;
no he cerrado mis labios, Señor, Tú lo sabes bien.
no he cerrado mis labios, Señor, Tú lo sabes bien.
11No he escondido tu justicia dentro de mi corazón;
he proclamado tu fidelidad y tu salvación, no he ocultado tu bondad y tu lealtad a la gran asamblea.
he proclamado tu fidelidad y tu salvación, no he ocultado tu bondad y tu lealtad a la gran asamblea.
Evangelio
Lucas 10:1-9
1Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
2Y les decía:
—La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.
—La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.
3Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos.
4No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino.
5En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa».
6Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros.
7Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa.
8Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
9curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».
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