¿Las estatuas son una forma de idolatría?
¿Las estatuas son una forma de idolatría?
Claro que no. De la misma forma como alguien tiene fotos colgadas de su familia, las estatuas de los santos nos recuerdan sus historias y nos ayudan a emular su santidad. Como se ama a los santos como a amigos del Cielo, es lógico pensar que se los quiere recordar con frecuencia.
El Concilio de Trento afirmó:
Además de esto, declara que se deben tener y conservar, principalmente en los templos, las imágenes de Cristo, de la Virgen madre de Dios, y de otros santos, y que se les debe dar el correspondiente honor y veneración: no porque se crea que hay en ellas divinidad, o virtud alguna por la que merezcan el culto, o que se les deba pedir alguna cosa, o que se haya de poner la confianza en las imágenes, como hacían en otros tiempos los gentiles, que colocaban su esperanza en los ídolos; sino porque el honor que se da a las imágenes, se refiere a los originales representados en ellas; de suerte, que adoremos a Cristo por medio de las imágenes que besamos, y en cuya presencia nos descubrimos y arrodillamos; y veneremos a los santos, cuya semejanza tienen… (Concilio de Trento, Sesión XXV, Decreto 2)