¿Es idólatra el Avemaría?
¿Es idólatra el Avemaría?
La oración del Avemaría está arraigada en la Escritura, y es también una respuesta de la Iglesia al misterio de la Encarnación y la Redención y el rol de la Santísima Madre de Nuestro Señor (cf. Jn 2,3)
En Lucas 1,28, San Gabriel saluda a María con las palabras “Alégrate, llena de gracias, el Señor está contigo”.
En Lucas 1,42, Santa Isabel expresa estas palabras a María: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno”.
La última oración del Avemaría (“Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte”) nos recuerda que María es la madre de la Segunda Persona de la Trinidad hecha Hombre, y luego se le pide que rece por nosotros.
No hay ningún elemento en el Avemaría que sugiera que la adoremos ni que ella pueda hacer nada sin el permiso o la ayuda de Dios. El hecho de que le pidamos a ella que rece por nosotros significa que María debe pedir a Dios que nos ayude. Ella no es una diosa que deba ser adorada; ella es una madre que debe ser amada.