"el águila que habla" |
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San Juan Diego Cuauhtlatoatzin (1474-1548) « su confianza en Dios y en la Virgen; su caridad, su coherencia moral, su desprendimiento y su pobreza evangélica. Llevando una vida de eremita, aquí, cerca deL Tepeyac, fue ejemplo de humildad.» Juan Pablo II, 6 de mayo de 1990 |
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El Beato Juan Diego, que en 1990 Vuestra Santidad
llamó «el confidente de la dulce Señora del Tepeyac» (L'Osservatore
Romano, 7-8 maggio 1990, p. 5), según una tradición bien documentada
nació en 1474 en Cuauhtitlán, entonces reino de Texcoco, perteneciente a
la etnia de los chichimecas.Se llamaba Cuauhtlatoatzin, que en su lengua
materna significaba «Águila que habla», o «El que habla con un águila». El Beato, movido por una tierna y profunda devoción a
la Madre de Dios, dejó los suyos, la casa, los bienes y su tierra y, con
el permiso del Obispo, pasó a vivir en una pobre casa junto al templo de
la «Señora del Cielo». Su preocupación era la limpieza de la
capilla y la acogida de los peregrinos que visitaban el pequeño oratorio,
hoy transformado en este grandioso templo, símbolo elocuente de la
devoción mariana de los mexicanos a la Virgen de Guadalupe. Circundado de una sólida fama de santidad, murió en 1548. Su memoria, siempre unida al hecho de la aparición de
la Virgen de Guadalupe, ha atravesado los siglos, alcanzando la entera
América, Europa y Asia. El 6 de mayo sucesivo, en esta Basílica, Vuestra Santidad presidió la solemne celebración en honor de Juan Diego, decorado con el título de Beato. Precisamente en aquellos días, en esta misma arquidiócesis de Ciudad de México, tuvo lugar un milagro por intercesión de Juan Diego. Con él se abrió la puerta que ha conducido a la actual celebración, que el pueblo mexicano y toda la Iglesia viven en la alegría y la gratitud al Señor y a María por haber puesto en nuestro camino al Beato Juan Diego, que según las palabras de Vuestra Santidad, «representa todos los indígenas que reconocieron el evangelio de Jesús» (Ibídem). Beatísimo Padre, la canonización de Juan Diego es un don extraordinario no sólo para la Iglesia en México, sino para todo el Pueblo de Dios. Juan Pablo II proclamará públicamente la santidad de Juan Diego en una Solemne Misa de Canonización en la Basílica de la Virgen de la Guadalupe en México el 31 de julio, 2002. Su fiesta la fijó el mismo Santo Padre el 9 de diciembre porque ése "fue el día en que vió el Paraíso" (día de la primera aparición).
(Biografía del Vaticano) |
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